Satélite Ío

El satélite Ío es una de las lunas de Júpiter y el objeto de su órbita más cercano al enorme planeta gaseoso. Desde que fue descubierto por Galileo Galilei en 1610 no ha dejado de sorprender a los científicos ya que es con diferencia el elemento más activo de nuestro Sistema Solar.

 Ío recibe su nombre de la mitología griega y ha salido a la palestra de noticias estos últimos días por su incesante actividad volcánica. Es un satélite que cuenta con más de 700 volcanes, número que no deja de impresionar a los estudiosos. Al principio llamaba la atención por sus colores llamativos, parecidos a los que tiene la Tierra vista desde el espacio. Se pensó que podría albergar vida como la que conocemos pero parece ser que el interior de este satélite y en las condiciones que está son muy diferentes. 

Imagen de Júpiter

Imagen de Júpiter

Ío contiene un núcleo en constante ebullición. La astenosfera es una capa poco profunda que se encuentra debajo de la corteza terrestre, parece ser que debajo de esta capa todo son mareas de lava. El 5% de Ío son volcanes que son capaz de expulsar lava a más de 400 km de altura y por la poca gravedad de este objeto, su lava puede llegar a caer sobre Júpiter y propulsarse al espacio. Por todo esto vemos tan colorida a esta luna pero no deba de ser un lugar con altos niveles de gases venenosos y altas temperaturas. Es el único elemento del Sistema Solar con la capacidad de renovar su corteza terrestre constantemente. Esta alta actividad volcánica tiene su origen en  el calentamiento por marea

Ío tiene casi el mismo tamaño que nuestra Luna (3.600 km de diámetro) y básicamente hay la misma distancia entre Ío y Júpiter que entre la Luna y la Tierra. A lo largo de la historia hemos podido observar este satélite mediante diferentes sondas que hemos enviado al espacio como Cassini, mostrándonos unas imágenes impresionantes que nos dan una idea de la diferencia de tamaños entre Júpiter y sus lunas. La misión espacial Galileo también tuvo importancia a la hora de darnos a conocer el interior del planeta Júpiter. Además, nos envió pruebas de que debajo de la superficie de Ío hay un mar de lava con una profundidad de 50 km.

El campo magnético que hay entre Júpiter e Ío es mucho mayor al que conocemos aquí en la Tierra. Júpiter es el responsable de los movimientos de rocas tan fuertes que sufre Ío, por lo tanto, la electricidad fluye mucho mejor por esta luna que por nuestro planeta. Además, teniendo en cuenta que Júpiter irradia tres veces más de energía que la que recibimos nosotros del Sol.

El resumen de todo esto nos deja claro que en el Sistema Solar podemos encontrar elementos muy diferentes entre sí y a la vez maravillarnos de sus capacidades, no debemos nunca dar por hecho que somos el centro, o lo más especial del universo por que para nada es así, somos una parte más de la genialidad que lo compone todo.

Fuentes:

Texto propio creado a partir de la información encontrada en los siguientes enlaces:

Wikipedia/Ío(Satélite)

El Mundo.es/Ciencia

ABC.es/Ciencia

AstroMía

También he recogido información del Gran Atlas Universal Planeta

Foto: Cedida por Astronomía Sevilla

El vídeo es de YouTube del canal de AggManUK